Advierten que empresas socialistas no lograrán productividad
El Universal.- El Gobierno asegura que la economía ha marchado a la perfección en los últimos años y que el país ha estado pleno de inversiones; sin embargo, los datos oficiales dicen lo contrario.
De acuerdo a los números que maneja el Banco Central de Venezuela (BCV), la inversión directa en el país se ubicó en 1.716 millones de dólares al cierre del año pasado, monto que se encuentra 15% por debajo del total invertido en 2003, cuando el país intentaba sobrevivir al paro petrolero.
Las colocaciones de capitales en el país se han reducido progresivamente, a tal punto que en 2008 los recursos invertidos se centraron sólo en el sector privado, mientras que el público no concretó movimientos en este sentido.
Sin inyecciones Si bien el año pasado el Gobierno se hizo con el control de varias empresas privadas a través de expropiaciones y compras, el pase de manos no generó la voluntad del Ejecutivo de inyectarle recursos.
La desaceleración de las inversiones en el país se presenta en la peor coyuntura. El bajo resultado se concretó en un año en el que los precios petroleros mostraron sus niveles más altos pero, al mismo tiempo, a las puertas de una recesión económica mundial de la que se espera una profundización este año, con su consecuente efecto sobre los planes de inversiones de las empresas.
El panorama de recesión mundial, bajas inversiones en el país y un aparato productivo desmejorado dificultan las posibilidades de superar la crisis que se espera en el país por la situación mundial.
Hasta los momentos el efecto viene de la mano de los precios del petróleo que, pese a los niveles récord que se registraron en 2008, se han mostrado deprimidos en lo que va de año.
De hecho, el crudo venezolano promedia 38,17 dólares por barril en lo que va de año, cotización que todavía está por debajo de los 40 dólares en promedio que se pautaron en el presupuesto nacional para calcular los ingresos y gastos del país, tras el recorte anunciado hace pocos días por el presidente Hugo Chávez.
Nada a la vista El recetario de medidas anticrisis informado por el jefe de Estado sólo se centró en ajustes fiscales, lo que deja fuera de juego la posibilidad de que el sector privado protagonice un empuje económico, a través de alicientes a la actividad industrial.
Por el contrario, en los últimos años la aplicación progresiva de medidas ha afectado el desempeño del aparato productivo, lo que complica una salida a la crisis por esta vía.
La queja más grande de las empresas, de acuerdo a la última encuesta de coyuntura de Conindustria en el tercer trimestre del año pasado, es la incertidumbre política y social, pero también destacan factores operativos como la falta de proveedores y de divisas y los controles de precios.
Pero lo más grave es que el sector privado ha desaparecido poco a poco, de manera que apoyarse en las industrias como tabla de salvación para superar la crisis económica no parece la mejor idea.
Conindustria relató hace poco que en una década habían desaparecido 4.015 empresas, equivalente a 38% del parque industrial del país. Los datos compilados por el gremio indican que en 1998 se contaban 11.117 empresas, pero hasta mediados del año pasado sólo quedaban 7.102 industrias.
Criterios Al respecto, el economista Emeterio Gómez resaltó que no se trata de pensar en que el aparato productivo nacional le puede hacer frente a una crisis, sino que el debate debe centrarse en las políticas económicas, pues son éstas las que van a salvar al país de una inminente desaparición del sector privado.
No obstante, considera que no existen intenciones desde el Ejecutivo de echar a andar el tejido empresarial porque eso significaría que el presidente Hugo Chávez tendrá que negociar con los sectores a los que considera burgueses.
"El Gobierno está decidido a liquidar la propiedad privada en Venezuela. Chávez va a desmontar la libre empresa en Venezuela, a destruir al capitalismo porque es malo, porque es salvaje, como lo ha dicho", señaló.
El economista agregó que las empresas estatizadas no serán tampoco la solución porque el criterio de generar rentabilidad no existirá y, además, porque consideró que no existen condiciones para que sean exitosas.
Gómez señaló que precisamente por eso es que los intentos socialistas y comunistas del siglo XX en materia productiva fallaron, porque no lograron generar ganancias y reinversiones que las hicieran crecer con el tiempo.
Suhelis Tejero Puntes / El Universal
El Universal.- El Gobierno asegura que la economía ha marchado a la perfección en los últimos años y que el país ha estado pleno de inversiones; sin embargo, los datos oficiales dicen lo contrario.
De acuerdo a los números que maneja el Banco Central de Venezuela (BCV), la inversión directa en el país se ubicó en 1.716 millones de dólares al cierre del año pasado, monto que se encuentra 15% por debajo del total invertido en 2003, cuando el país intentaba sobrevivir al paro petrolero.
Las colocaciones de capitales en el país se han reducido progresivamente, a tal punto que en 2008 los recursos invertidos se centraron sólo en el sector privado, mientras que el público no concretó movimientos en este sentido.
Sin inyecciones Si bien el año pasado el Gobierno se hizo con el control de varias empresas privadas a través de expropiaciones y compras, el pase de manos no generó la voluntad del Ejecutivo de inyectarle recursos.
La desaceleración de las inversiones en el país se presenta en la peor coyuntura. El bajo resultado se concretó en un año en el que los precios petroleros mostraron sus niveles más altos pero, al mismo tiempo, a las puertas de una recesión económica mundial de la que se espera una profundización este año, con su consecuente efecto sobre los planes de inversiones de las empresas.
El panorama de recesión mundial, bajas inversiones en el país y un aparato productivo desmejorado dificultan las posibilidades de superar la crisis que se espera en el país por la situación mundial.
Hasta los momentos el efecto viene de la mano de los precios del petróleo que, pese a los niveles récord que se registraron en 2008, se han mostrado deprimidos en lo que va de año.
De hecho, el crudo venezolano promedia 38,17 dólares por barril en lo que va de año, cotización que todavía está por debajo de los 40 dólares en promedio que se pautaron en el presupuesto nacional para calcular los ingresos y gastos del país, tras el recorte anunciado hace pocos días por el presidente Hugo Chávez.
Nada a la vista El recetario de medidas anticrisis informado por el jefe de Estado sólo se centró en ajustes fiscales, lo que deja fuera de juego la posibilidad de que el sector privado protagonice un empuje económico, a través de alicientes a la actividad industrial.
Por el contrario, en los últimos años la aplicación progresiva de medidas ha afectado el desempeño del aparato productivo, lo que complica una salida a la crisis por esta vía.
La queja más grande de las empresas, de acuerdo a la última encuesta de coyuntura de Conindustria en el tercer trimestre del año pasado, es la incertidumbre política y social, pero también destacan factores operativos como la falta de proveedores y de divisas y los controles de precios.
Pero lo más grave es que el sector privado ha desaparecido poco a poco, de manera que apoyarse en las industrias como tabla de salvación para superar la crisis económica no parece la mejor idea.
Conindustria relató hace poco que en una década habían desaparecido 4.015 empresas, equivalente a 38% del parque industrial del país. Los datos compilados por el gremio indican que en 1998 se contaban 11.117 empresas, pero hasta mediados del año pasado sólo quedaban 7.102 industrias.
Criterios Al respecto, el economista Emeterio Gómez resaltó que no se trata de pensar en que el aparato productivo nacional le puede hacer frente a una crisis, sino que el debate debe centrarse en las políticas económicas, pues son éstas las que van a salvar al país de una inminente desaparición del sector privado.
No obstante, considera que no existen intenciones desde el Ejecutivo de echar a andar el tejido empresarial porque eso significaría que el presidente Hugo Chávez tendrá que negociar con los sectores a los que considera burgueses.
"El Gobierno está decidido a liquidar la propiedad privada en Venezuela. Chávez va a desmontar la libre empresa en Venezuela, a destruir al capitalismo porque es malo, porque es salvaje, como lo ha dicho", señaló.
El economista agregó que las empresas estatizadas no serán tampoco la solución porque el criterio de generar rentabilidad no existirá y, además, porque consideró que no existen condiciones para que sean exitosas.
Gómez señaló que precisamente por eso es que los intentos socialistas y comunistas del siglo XX en materia productiva fallaron, porque no lograron generar ganancias y reinversiones que las hicieran crecer con el tiempo.
Suhelis Tejero Puntes / El Universal
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