AFP.- El gobierno de Venezuela anunció que en los próximos meses comenzará a funcionar la Corporación Venezolana de Cementos, ente público conformado por los activos de las tres industrias del sector que fueron nacionalizadas en 2008, informaron este lunes fuentes del Ejecutivo.
"En los próximos meses, presentaremos a la vicepresidencia de la República, que es el organismo que lleva el seguimiento de esta actividad, unas propuestas de lo que sería la corporación y como funcionaría", explicó el viceministro de Industrias Básicas y Minería, Jesús Paredes, a través de un comunicado.
La Corporación Venezolana de Cementos funcionará en las plantas de las multinacionales Cemex (México), Holcim (Suiza) y Lafarge (Francia), cuya nacionalización fue anunciada por el presidente Hugo Chávez en abril de 2008, además de las empresas venezolanas Cerro Azul y Cemento Andino.
"La Corporación va a ordenar la distribución y producción del cemento nacional. Ya no habrá competencia entre cada una de las plantas sino que debe haber complementariedad y será puesto todo en función social", agregó Paredes. El gobierno del presidente Hugo Chávez consideró necesaria esta estatización para incrementar el número de viviendas y garantizar grandes obras de infraestructura como ferrocarriles o puentes.
"Podemos garantizar que no habrá desabastecimiento de cemento para ninguna de las obras que el Estado emprenda y éste será de alta calidad", agregó Paredes este lunes.
En abril de 2008, el Ejecutivo venezolano nacionalizó las plantas cementeras y en agosto expropió la filial de la mexicana Cemex, responsable del 50% de la producción local de cemento, con la que mantiene desde entonces un litigio internacional.
El gobierno obtuvo un acuerdo económico para adquirir los activos de Lafarge y Holcim, aunque los pagos todavía no se han efectuado. De hecho, el 23 de marzo, la cementera suiza inició un proceso de arbitraje internacional para pedir las compensaciones por sus activos.
El Ejecutivo venezolano anunció que espera que Holcim retire esta acción legal.
"En los próximos meses, presentaremos a la vicepresidencia de la República, que es el organismo que lleva el seguimiento de esta actividad, unas propuestas de lo que sería la corporación y como funcionaría", explicó el viceministro de Industrias Básicas y Minería, Jesús Paredes, a través de un comunicado.
La Corporación Venezolana de Cementos funcionará en las plantas de las multinacionales Cemex (México), Holcim (Suiza) y Lafarge (Francia), cuya nacionalización fue anunciada por el presidente Hugo Chávez en abril de 2008, además de las empresas venezolanas Cerro Azul y Cemento Andino.
"La Corporación va a ordenar la distribución y producción del cemento nacional. Ya no habrá competencia entre cada una de las plantas sino que debe haber complementariedad y será puesto todo en función social", agregó Paredes. El gobierno del presidente Hugo Chávez consideró necesaria esta estatización para incrementar el número de viviendas y garantizar grandes obras de infraestructura como ferrocarriles o puentes.
"Podemos garantizar que no habrá desabastecimiento de cemento para ninguna de las obras que el Estado emprenda y éste será de alta calidad", agregó Paredes este lunes.
En abril de 2008, el Ejecutivo venezolano nacionalizó las plantas cementeras y en agosto expropió la filial de la mexicana Cemex, responsable del 50% de la producción local de cemento, con la que mantiene desde entonces un litigio internacional.
El gobierno obtuvo un acuerdo económico para adquirir los activos de Lafarge y Holcim, aunque los pagos todavía no se han efectuado. De hecho, el 23 de marzo, la cementera suiza inició un proceso de arbitraje internacional para pedir las compensaciones por sus activos.
El Ejecutivo venezolano anunció que espera que Holcim retire esta acción legal.
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