AFP.- El Fondo Monetario Internacional prevé que la actual recesión será más larga e intensa que las precedentes, mientras que la recuperación se anuncia débil, contrariamente a cierto número de economistas que esperan una salida vigorosa de la crisis, luego de una contracción violenta pero breve de la economía mundial.
Para llegar a esta conclusión, los economistas del Fondo se basan en comparaciones históricas con más de 120 recesiones y recuperaciones ocurridas en el mundo desde 1960.
El principal resultado del estudio incluido en sus "Perspectivas para la economía mundial" publicado este jueves es que "la coincidencia de una crisis financiera y de una recesión mundial probablemente provoque una caída de la producción de una gravedad y de una duración inhabituales".
"Se trata de un acontecimiento muy excepcional" que debe llamar a la prudencia en las previsiones, subrayó en conferencia de prensa en Washington uno de los autores del estudio, el economista Marco Terrones.
En Estados Unidos, "hay pruebas de una espiral negativa entre los precios de los activos, el crédito, la inversión que (...) es habitual en las recesiones graves combinadas con crisis financieras", señala el documento.
En el resto del mundo, "las recesiones actuales también están fuertemente sincronizadas, ensombreciendo más las perspectivas de una recuperación normal".
Los autores del documento no aventuran una fecha para el inicio de la recuperación.
Pero según Terrones, "en una recesión proveniente de una crisis financiera y combinada con una crisis sincronizada mundialmente, las comparaciones históricas muestran que se necesitan tres años y medio para volver al anterior nivel de producción".
Con una recesión que comenzó en diciembre de 2007 en Estados Unidos y en diferentes períodos de 2008 en el resto del mundo, una reproducción de ese esquema implicaría dificultades durables para la economía mundial.
El FMI debe publicar el 22 de abril sus previsiones detalladas para la economía mundial y los países industrializados. En marzo, preveía para este año una contracción de 0,5% a 1% del Producto Interno Bruto mundial y de 3% a 3,5% del de los países desarrollados.
Pero "la recuperación mundial no se produciría sin la recuperación de las economías desarrolladas", estimó otro economista del Fondo, Stephan Danninger.
La institución multilateral es todavía más alarmista sobre la situación de los países emergentes.
Según el FMI "la reducción de los flujos de capitales hacia los países emergentes podría prolongarse" luego de la actual crisis, "dados los problemas de solvencia que enfrentan los bancos de los países desarrollados, que les aportan una financiación sustancial".
El riesgo es particularmente elevado para Europa del Este, donde los problemas de los bancos de Europa occidental -que dominan el sector bancario de la región- hacen pesar serios riesgos sobre las finanzas y a la economía.
"En vista de su fuerte exposición, los países emergentes de Europa podrían ser profundamente afectados", subraya el FMI.
El FMI realizó un "índice de tensiones financieras en los países emergentes" que se remonta hasta 1996. Este alcanza su punto culminante en el cuarto trimestre 2008, antes de descender levemente en el primer trimestre, pasando "de un nivel de tensiones extremas a un nivel (de tensiones) muy elevado" según Danninger.
"Tomará tiempo a los bancos occidentales volver a los mercados emergentes al nivel en el que estaban antes de la crisis", subrayó el jefe de economistas del Fondo, Olivier Blanchard.
Para llegar a esta conclusión, los economistas del Fondo se basan en comparaciones históricas con más de 120 recesiones y recuperaciones ocurridas en el mundo desde 1960.
El principal resultado del estudio incluido en sus "Perspectivas para la economía mundial" publicado este jueves es que "la coincidencia de una crisis financiera y de una recesión mundial probablemente provoque una caída de la producción de una gravedad y de una duración inhabituales".
"Se trata de un acontecimiento muy excepcional" que debe llamar a la prudencia en las previsiones, subrayó en conferencia de prensa en Washington uno de los autores del estudio, el economista Marco Terrones.
En Estados Unidos, "hay pruebas de una espiral negativa entre los precios de los activos, el crédito, la inversión que (...) es habitual en las recesiones graves combinadas con crisis financieras", señala el documento.
En el resto del mundo, "las recesiones actuales también están fuertemente sincronizadas, ensombreciendo más las perspectivas de una recuperación normal".
Los autores del documento no aventuran una fecha para el inicio de la recuperación.
Pero según Terrones, "en una recesión proveniente de una crisis financiera y combinada con una crisis sincronizada mundialmente, las comparaciones históricas muestran que se necesitan tres años y medio para volver al anterior nivel de producción".
Con una recesión que comenzó en diciembre de 2007 en Estados Unidos y en diferentes períodos de 2008 en el resto del mundo, una reproducción de ese esquema implicaría dificultades durables para la economía mundial.
El FMI debe publicar el 22 de abril sus previsiones detalladas para la economía mundial y los países industrializados. En marzo, preveía para este año una contracción de 0,5% a 1% del Producto Interno Bruto mundial y de 3% a 3,5% del de los países desarrollados.
Pero "la recuperación mundial no se produciría sin la recuperación de las economías desarrolladas", estimó otro economista del Fondo, Stephan Danninger.
La institución multilateral es todavía más alarmista sobre la situación de los países emergentes.
Según el FMI "la reducción de los flujos de capitales hacia los países emergentes podría prolongarse" luego de la actual crisis, "dados los problemas de solvencia que enfrentan los bancos de los países desarrollados, que les aportan una financiación sustancial".
El riesgo es particularmente elevado para Europa del Este, donde los problemas de los bancos de Europa occidental -que dominan el sector bancario de la región- hacen pesar serios riesgos sobre las finanzas y a la economía.
"En vista de su fuerte exposición, los países emergentes de Europa podrían ser profundamente afectados", subraya el FMI.
El FMI realizó un "índice de tensiones financieras en los países emergentes" que se remonta hasta 1996. Este alcanza su punto culminante en el cuarto trimestre 2008, antes de descender levemente en el primer trimestre, pasando "de un nivel de tensiones extremas a un nivel (de tensiones) muy elevado" según Danninger.
"Tomará tiempo a los bancos occidentales volver a los mercados emergentes al nivel en el que estaban antes de la crisis", subrayó el jefe de economistas del Fondo, Olivier Blanchard.
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