A casi 25% de los trabajadores les cuesta más de un año conseguir empleo.
El Universal.- El desempleo se acumula más profundamente en los estratos sociales bajos de la población, de acuerdo con lo reflejado en los últimos datos oficiales.
El Sistema Integrado de Indicadores Sociales de Venezuela (Sisov) resalta que al cierre del primer semestre del año pasado 65,5% de la desocupación que se registraba recaía sobre el tercio de la población que vive en condiciones de pobreza.
Esto quiere decir que de las 964.334 personas que estaban afectadas por el desempleo para ese momento, 631.638 pertenecían a los quintiles I y II, es decir, los más desfavorecidos.
El estrato más impactado por esta situación fue el que incluye a las personas que viven en la pobreza extrema, quienes concentraban 62,1% del nivel de desempleo para la primera mitad del año pasado.
El resultado contrasta con el registro del segundo semestre del año 2007, cuando la porción de los pobres extremos detentaba 16,7% del desempleo que existía para ese período. Esto implica un repunte de casi 40 puntos porcentuales en menos de un año, según los datos oficiales.
Entre tanto, el quintil II, que exhibió una tasa de 9,3% en el segundo semestre del año pasado, mostró una mejora al reducirse a 3,4% de desocupación en ese nivel social.
Las cifras presentadas por el Sisov indican que los tres quintiles siguientes (III, IV y V), que incluyen a quienes están en las clases media y alta, detentaron 34,6% del desempleo que se registró en el primer semestre del año pasado. Esto quiere decir que 333.659 personas que se encontraban sin un empleo pertenecían a los estratos sociales más favorecidos.
En la segunda mitad de 2007 el Sisov refirió que esos estratos sociales absorbían 14,4% del desempleo registrado para ese momento, que era de 7,8%.
Los resultados parecen estar divorciados de la realidad que impera cuando el análisis toma en cuenta el nivel educativo de la masa laboral en el país.
Si bien son más personas las que logran culminar niveles educativos cada vez más avanzados, los excluidos sociales son los más afectados de la fuerza de trabajo.
En los últimos años se observa una mejoría en la calidad de educación que tienen los trabajadores. Cada vez son menos los que se conforman solamente con tener un nivel de básico o bachillerato como garantía para lograr un puesto de trabajo.
Aunque todavía son mayoría, la población que cuenta solo con educación básica pasó de 48,3% en el segundo semestre de 2007 hasta 46,8% en la primera mitad del año pasado.
Los trabajadores analfabetas o que no tienen estudios concentraron a 4% de la población activa, en contra de 3,7% que eran en el segundo semestre de 2007.
Por su parte, las personas con nivel medio y diversificado representaron a 25,4% de la fuerza de trabajo en la primera mitad del año pasado, un casi imperceptible incremento con respecto a 25,3% que era al cierre del semestre anterior.
Las personas que cursaron estudios superiores representaban 23,6% de la población laboral en 2008, dato que significó un avance de un punto porcentual en un semestre.
Otro de los datos que publicó el Sisov sobre la desocupación se centra en el tiempo que duran los desempleados sin acabar con esta situación.
La mayor parte de la población que busca un puesto de trabajo demora menos de seis meses en encontrar un empleo.
Al cierre de la primera mitad del año pasado, 62,1% de los desocupados demoraban menos de un semestre, mientras que 3,4% se tardaban entre seis meses y un año, de acuerdo con los datos que maneja el organismo oficial, adscrito al Ministerio de Planificación y Desarrollo.
En contraposición, a casi una cuarta parte de los desempleados les cuesta más de un año lograr insertarse de nuevo en el mercado laboral.
En comparación con el segundo semestre de 2007, los datos representan una leve mejora en la capacidad de respuesta del mercado a los trabajadores.
Seis meses antes, 59,4% se demoraban menos de un semestre en encontrar un empleo, 5,3% entre seis meses y un año, mientras que 26,8% tardaban más de un año en lograr el objetivo.
Suhelis Tejero Puntes / El Universal
El Universal.- El desempleo se acumula más profundamente en los estratos sociales bajos de la población, de acuerdo con lo reflejado en los últimos datos oficiales.El Sistema Integrado de Indicadores Sociales de Venezuela (Sisov) resalta que al cierre del primer semestre del año pasado 65,5% de la desocupación que se registraba recaía sobre el tercio de la población que vive en condiciones de pobreza.
Esto quiere decir que de las 964.334 personas que estaban afectadas por el desempleo para ese momento, 631.638 pertenecían a los quintiles I y II, es decir, los más desfavorecidos.
El estrato más impactado por esta situación fue el que incluye a las personas que viven en la pobreza extrema, quienes concentraban 62,1% del nivel de desempleo para la primera mitad del año pasado.
El resultado contrasta con el registro del segundo semestre del año 2007, cuando la porción de los pobres extremos detentaba 16,7% del desempleo que existía para ese período. Esto implica un repunte de casi 40 puntos porcentuales en menos de un año, según los datos oficiales.
Entre tanto, el quintil II, que exhibió una tasa de 9,3% en el segundo semestre del año pasado, mostró una mejora al reducirse a 3,4% de desocupación en ese nivel social.
Las cifras presentadas por el Sisov indican que los tres quintiles siguientes (III, IV y V), que incluyen a quienes están en las clases media y alta, detentaron 34,6% del desempleo que se registró en el primer semestre del año pasado. Esto quiere decir que 333.659 personas que se encontraban sin un empleo pertenecían a los estratos sociales más favorecidos.
En la segunda mitad de 2007 el Sisov refirió que esos estratos sociales absorbían 14,4% del desempleo registrado para ese momento, que era de 7,8%.
Los resultados parecen estar divorciados de la realidad que impera cuando el análisis toma en cuenta el nivel educativo de la masa laboral en el país.
Si bien son más personas las que logran culminar niveles educativos cada vez más avanzados, los excluidos sociales son los más afectados de la fuerza de trabajo.
En los últimos años se observa una mejoría en la calidad de educación que tienen los trabajadores. Cada vez son menos los que se conforman solamente con tener un nivel de básico o bachillerato como garantía para lograr un puesto de trabajo.
Aunque todavía son mayoría, la población que cuenta solo con educación básica pasó de 48,3% en el segundo semestre de 2007 hasta 46,8% en la primera mitad del año pasado.
Los trabajadores analfabetas o que no tienen estudios concentraron a 4% de la población activa, en contra de 3,7% que eran en el segundo semestre de 2007.
Por su parte, las personas con nivel medio y diversificado representaron a 25,4% de la fuerza de trabajo en la primera mitad del año pasado, un casi imperceptible incremento con respecto a 25,3% que era al cierre del semestre anterior.
Las personas que cursaron estudios superiores representaban 23,6% de la población laboral en 2008, dato que significó un avance de un punto porcentual en un semestre.
Otro de los datos que publicó el Sisov sobre la desocupación se centra en el tiempo que duran los desempleados sin acabar con esta situación.
La mayor parte de la población que busca un puesto de trabajo demora menos de seis meses en encontrar un empleo.
Al cierre de la primera mitad del año pasado, 62,1% de los desocupados demoraban menos de un semestre, mientras que 3,4% se tardaban entre seis meses y un año, de acuerdo con los datos que maneja el organismo oficial, adscrito al Ministerio de Planificación y Desarrollo.
En contraposición, a casi una cuarta parte de los desempleados les cuesta más de un año lograr insertarse de nuevo en el mercado laboral.
En comparación con el segundo semestre de 2007, los datos representan una leve mejora en la capacidad de respuesta del mercado a los trabajadores.
Seis meses antes, 59,4% se demoraban menos de un semestre en encontrar un empleo, 5,3% entre seis meses y un año, mientras que 26,8% tardaban más de un año en lograr el objetivo.
Suhelis Tejero Puntes / El Universal
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