Los clientes del local huyeron al escuchar las detonaciones de los delincuentes
Un grupo de antisociales que habían sido echados de una discoteca situada en Sabana Grande regresó horas después con refuerzos, atacaron a tiros a los que se encontraban presentes y dejaron un saldo de una persona muerta y tres heridos.
El crimen ocurrió poco antes de las tres de la madrugada del pasado viernes. El joven Cairo Vásquez, un técnico en computación de 23 años de edad, fue ingresado sin signos vitales al hospital de Lídice.
Elpidio Vásquez, tío de la víctima, dijo que los delincuentes regresaron en motos y en un automóvil.
"Les cayeron a tiros a todos. Dos empleadas, la encargada y un vigilante también recibieron tiros; luego se fueron", dijo. El deudo señaló que su sobrino había acudido a la discoteca acompañado de uno de sus primos.
Contó que los criminales estaban molestos porque los vigilantes les habían pedido que se marcharan debido a que se mostraron agresivos con los clientes.
En joven residía con su madre en una vivienda situada en el sector La Bandera, cerca del terminal de pasajeros. Tenía ocho años en la capital y era oriundo del estado Monagas. Por su trabajo solía viajar a distintas ciudades. La noche del jueves había regresado a la capital. "Estamos haciendo los arreglos para enterrarlo allá. El 1 de mayo pasado nos llevamos a otro primo de él que lo mató un carro. La inseguridad está cada vez peor", dijo el señor Vásquez.
El joven muerto recibió un disparo en el abdomen. Al lugar llegaron efectivos de la Policía de Libertador y decidieron trasladarlo al centro asistencial.
La mayoría de los clientes que se encontraban en el centro nocturno huyeron del lugar una vez que escucharon las detonaciones, informaron las autoridades. Funcionarios de la subdelegación Simón Rodríguez de la policía científica iniciaron las investigaciones.
Los empleados del local fueron interrogados para tratar de identificar a los homicidas. Los investigadores señalaron que las riñas y agresiones en discotecas y bares de Sabana Grande aumentan cada día más.
Gustavo Rodríguez / El Universal
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