En tres colocaciones hay más de 30 millones de bolívares fuertes.
El Universal.- En el Ministerio Público hay preocupación por la suerte del Stanford Bank. ¿La razón? La caja de ahorros de los trabajadores de la instancia garante de la legalidad tiene más de 30 millones de bolívares fuertes (30 millardos) en la institución financiera.
La información la suministraron fuentes del despacho que dirige Luisa Ortega Díaz, las cuales precisaron que los fondos estarían en tres colocaciones depositadas en la filial venezolana del banco.
Los informantes también revelaron que la directiva de la caja no ha informado a los casi siete mil socios que tiene la institución sobre la situación.
A mediados del mes de febrero, la Superintendencia de Bancos (Sudeban) acordó intervenir al Stanford Bank debido a la inestabilidad generada por el escándalo de presunto fraude del Grupo Stanford en el exterior y la congelación de sus activos decretada por las autoridades de Estados Unidos.
"De ninguna manera la situación que está viviendo este banco obedece a factores internos de nuestro país, sino exclusivamente a un hecho ocurrido en Estados Unidos, donde, por lo visto, hay ciertas debilidades en los controles de las autoridades", declaró en ese momento el ministro de Finanzas, Alí Rodríguez Araque.
El 20 de febrero el Tribunal 7 de Control de Caracas, a solicitud del Ministerio Público, ordenó prohibirles la salida del país a los directivos de la institución financiera. La medida afectaba y todavía afecta a Gabriel Alberto Contreras, Francisco Paz Parra, Fernando Martínez Motola, Hugo Faría Bermúdez, Juan García, Oscar Tazlhardat, Francisco Moccia e Ignacio Felice Sánchez contra quienes se abrió una averiguación por las presuntas irregularidades cometidas en el banco.
Cinco días después el mismo juzgado, también por petición de la Fiscalía, ordenó la congelación de los bienes y fondos pertenecientes a los directivos de la entidad.
Nada más producirse la intervención del Stanford, el Gobierno inició un proceso de venta, que al cierre de marzo registró una primera subasta fallida. Se espera que en breve las autoridades anuncien una nueva subasta para deslastrarse del banco.
Juan Francisco Alonso / El Universal
El Universal.- En el Ministerio Público hay preocupación por la suerte del Stanford Bank. ¿La razón? La caja de ahorros de los trabajadores de la instancia garante de la legalidad tiene más de 30 millones de bolívares fuertes (30 millardos) en la institución financiera.
La información la suministraron fuentes del despacho que dirige Luisa Ortega Díaz, las cuales precisaron que los fondos estarían en tres colocaciones depositadas en la filial venezolana del banco.
Los informantes también revelaron que la directiva de la caja no ha informado a los casi siete mil socios que tiene la institución sobre la situación.
A mediados del mes de febrero, la Superintendencia de Bancos (Sudeban) acordó intervenir al Stanford Bank debido a la inestabilidad generada por el escándalo de presunto fraude del Grupo Stanford en el exterior y la congelación de sus activos decretada por las autoridades de Estados Unidos.
"De ninguna manera la situación que está viviendo este banco obedece a factores internos de nuestro país, sino exclusivamente a un hecho ocurrido en Estados Unidos, donde, por lo visto, hay ciertas debilidades en los controles de las autoridades", declaró en ese momento el ministro de Finanzas, Alí Rodríguez Araque.
El 20 de febrero el Tribunal 7 de Control de Caracas, a solicitud del Ministerio Público, ordenó prohibirles la salida del país a los directivos de la institución financiera. La medida afectaba y todavía afecta a Gabriel Alberto Contreras, Francisco Paz Parra, Fernando Martínez Motola, Hugo Faría Bermúdez, Juan García, Oscar Tazlhardat, Francisco Moccia e Ignacio Felice Sánchez contra quienes se abrió una averiguación por las presuntas irregularidades cometidas en el banco.
Cinco días después el mismo juzgado, también por petición de la Fiscalía, ordenó la congelación de los bienes y fondos pertenecientes a los directivos de la entidad.
Nada más producirse la intervención del Stanford, el Gobierno inició un proceso de venta, que al cierre de marzo registró una primera subasta fallida. Se espera que en breve las autoridades anuncien una nueva subasta para deslastrarse del banco.
Juan Francisco Alonso / El Universal
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