Público.- Para más de tres millones de españoles, la televisión ya nunca será igual desde este martes, una vez se active la fase I del Plan Nacional de Transición a la Televisión Digital Terrestre (TDT).
Más de 50 años después de que Televisión Española comenzara sus emisiones regulares, en 1956, la televisión inicia en España una nueva era de la mano de un cambio tecnológico que muchos profesionales del sector comparan con la llegada, hace casi cuatro décadas, de las retransmisiones en color.
Sin embargo, la TDT supone en realidad una revolución mucho más profunda, ya que al salto en la calidad de la imagen y el sonido hay que sumar la multiplicación de la oferta de canales, la aparición de servicios como el subtitulado o la guía electrónica de programación y la inminente aparición de opciones como la alta definición y la TDT de pago.
Esta primera fase que se inicia a lo largo de la jornada de este martes, y que ya fue anticipada el pasado sábado en Cantabria oriental, comprendía en principio un total de 32 proyectos técnicos que, repartidos por todas las comunidades más Ceuta y Melilla, englobaban al 11,6% de la población (5,1 millones de personas residentes).
Sin embargo, Galicia, País Vasco, Castilla y León y Andalucía no han llegado a tiempo para tener listos sus proyectos de transición, lo que supone que finalmente esta primera fase sólo incluirá, a día 30 de junio, 18 proyectos técnicos que afectarán a 3.027.000 personas, según el Ministerio de Industria.
Se ha establecido una fecha intermedia, el 22 de julio, para cuatro de los proyectos retrasados (entre ellos dos de Andalucía), lo que elevará a 4,3 millones el número de personas que se despedirán de la televisión analógica en esta fase, mientras que los diez restantes, cinco de ellos en Castilla y León, se quedan fin fecha.
Todos los datos indican que el proceso se realizará con normalidad. Según Industria, el 98,5% de la población de la fase I sabe que se va a producir la transición a la TDT y 8,7 de cada diez hogares de las zonas afectadas –8 de cada diez en toda España– ya tienen acceso a los canales digitales. En general, el 31,9% del consumo de televisión en España se hace ya a través de la TDT.
Riesgo de desconexión
En cuanto a la posibilidad de haya personas, sobre todo ancianos, que se queden sin ver la televisión desde el 30 de junio por no haberse adaptado a tiempo, los responsables del Ministerio de Industria y la asociación de operadores Impulsa TDT no creen que vaya a suponer un problema especialmente grave.
El director general de Telecomunicaciones, Bernardo Lorenzo, señala que es difícil saber cuánta gente podría quedarse sin televisión, aunque extrapolando los datos del proyecto piloto del año pasado en Soria se podría hablar de en torno al 1%-2% de la población.
“Alguna gente se quedará fuera porque no se lo haya creído, no haya hecho los deberes o esté de viaje, pero eso en un proyecto tan complejo no es tanto drama, ya que se puede solucionar el problema de forma inmediata”, indica por su parte Andrés Armas, director de Impulsa TDT. "A algunos les pillará el toro, pero no hay que dramatizar", agrega Armas, que recuerda además que para aquellas zonas donde no llegue la TDT está prevista la cobertura a través de satélite.
No faltarán descodificadores
Por otro lado, Jesús Casado, coordinador de la Comisión de Televisión y Radio Digital de ASIMELEC, la asociación que agrupa a la industria de la electrónica, descarta que a partir del 30 de junio puedan faltar descodificadores ante un posible aumento de la demanda.
"Si hay un repunte de la demanda no habría problema; no hay ningún riesgo de desabastecimiento", agrega Casado, que admite que el ritmo de ventas “se ha acelerado desde principios de 2009”.
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