AP.- Un inclemente incendio forestal abrasaba el martes una extensa área del sur de California cerca de Los Angeles, destruyendo 53 viviendas, amenazando a otras miles y obligando a evacuaciones, mientras las llamas crecían por sus flancos norte y sur, agigantadas por la maleza reseca.
Las llamas arrasaban con la maleza y árboles resecos en un área que no había tenido incendios desde hace medio siglo, 24 kilómetros (15 millas) al norte del centro de Los Angeles. Los bomberos esperaban el alba a fin de conocer la magnitud de los daños en el sexto día del incendio forestal, que ahora se prevé podría arder durante semanas.
El incendio amenazaba unas 12.000 viviendas pero ya había causado grandes daños al vecindario suburbano de Tujunga Canyon, donde los vecinos regresaban a sus viviendas destruidas.
Bert Voorhees y su hijo lograron salvar cajas de vino que habían ocultado en la piscina de su patrio trasero el lunes. No pudieron salvar nada más.
Unas 2.000 personas se vieron obligadas a evacuar sus viviendas en medio del calor sofocante de las llamas mientras los jefes de los bomberos advertían que tomaría semanas contener el fuego. El jefe de bomberos Paul Lowenthal afirmó el martes que se prevé que los incendios podrían prolongarse por dos semanas más.
Las cuadrillas de bomberos no sólo se enfrentaban el martes al dantesco incendio sino también a las condiciones favorables que lo alimentaban, como altas temperaturas cerca de los 40 grados centígrados y la humedad baja.
El lunes por la noche, el fuego había destruido más de 425 kilómetros cuadrados (164 millas cuadradas), en partes del Bosque Nacional de Los Angeles.
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