Unión Radio.- El ex director del Banco Central de Venezuela, Domingo Maza Zavala destacó que el gobierno insiste en negar la existencia de una recesión.
"La perspectiva es incierta y el gobierno parece diferir los ajustes necesarios en la política económica para enfrentar la crisis”, dijo.
Advirtió en Unión Radio que mientras más tiempo pase la incertidumbre es superior y por consiguiente la caída del Producto Interno Bruto será bastante mayor. En su opinión “hay necesidad de una reorganización del régimen cambiario, porque el actual ya no da para más”.
A su juicio, la única posibilidad que tiene el gobierno de incrementar el PIB del país en lo que resta de año, es con el gasto público el cual tiene que ser financiado en buena medida por deuda pública y contando con los beneficios supuestos que podrían derivar de una modificación cambiaria.
Indicó que el gobierno nacional no puede desconocer lo que ocurre en el mercado paralelo. “No se puede tapar el sol con un dedo; a pesar de la Ley de Ilícitos Cambiarios el propio gobierno ha legitimado con sus actuaciones el mercado paralelo”, advirtió agregando que tanto Pdvsa como Fonden son factores de ese mercado “porque son elementos claves de la política oficial para lograr bolívares”.
“Se dice que entre las medidas que se pudieron tomar, estaría un impuesto a las transacciones cambiarias no preferenciales, en el propio mercado controlado”, advirtiendo que ese impuesto “traería por consecuencia en la realidad una devaluación”.
“Si el Banco Central va a financiar con preferencia las pequeñas empresas; las grandes y medianas están siendo financiadas a través del mercado paralelo. Como las grandes y medianas empresas constituyen una proporción importante de la actividad económica, eso quiere decir que en esa proporción el dólar permuta está determinando los costos y los precios en el país; por eso la inflación es persistente”, destacó.
Maza Zavala advirtió que “mientras exista la dualidad del mercado cambiario y la incertidumbre, así como la caída de la producción se prolongue, determinará una mayor inflación de la que el gobierno pretende reconocer”, reflexionó.
A su juicio, la inflación alcanzará más del 30% este año a diferencia de las estimaciones del gobierno que la ubican en 26%, “particularmente en alimentos porque la escasez es una realidad al sustituir la fuente colombiana”.
Indicó que la sustitución de las importaciones de Colombia por las de Argentina o Brasil representa mayores costos y son más difíciles de sostener.
Augura que para finales de año, a pesar del respeto que tiene por los anuncios del Banco Central, “vamos a tener una caída real del PIB y del consumo, una caída mayor de la inversión privada, una inflación mayor de la que el gobierno pretende admitir; también un desempleo mayor de lo que el INE está dispuesto a consagrar en sus indicadores, la tasa de desempleo pasará del 10 a 11%, la inflación pasará del 30% y en alimentos mucho más hasta el 35%, el consumo caerá en más del 5 ó 6%, y creo que las dificultades no podrán solucionarse”.
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